El tendedero

jueves, 10 de abril de 2008

El calentamiento global en lo inmediato

Argentina Casanova

El calentamiento global es un fenómeno que consiste en el aumento de la temperatura promedio del planeta. Una de las consecuencias de dicho fenómeno es el incremento del nivel de los mares; las zonas vulnerables de los estados del Golfo de México en el posible escenario de un incremento de 6 metros en el nivel del mar son Tabasco, Quintana Roo, Campeche y Yucatán, con 25%, 12%, 12% y 13%, respectivamente, de su superficie con elevación menor o igual a 6 m. Estas regiones coinciden con el asentamiento del 70%, 80%, 57% y 45% de la población afectada respectivamente.
Esta información precisa y contundente, por sí misma podría ponernos en alerta si la pensamos a profundidad y con responsabilidad. Hace casi dos años que la leí por primera vez en una nota de agencia noticiosa, y en ese momento fue generado por el Centro Nacional de Prevención de Desastres Naturales; recientemente en el contexto informativo mundial ha cobrado fuerza el diagnóstico que revela las zonas que en todo el mundo empiezan a ser afectadas por el incremento en el nivel del mar derivado del descongelamiento de los polos.
En mi infancia solíamos oír hablar de los cambios climáticos derivados del uso de los aerosoles, que a la larga habían terminado por causar un hueco en la capa de ozono por donde se filtraban potentes rayos solares que amenazaban los casquetes polares. Esa noticia se oía lejana, como la idea misma de un riesgo para el lugar donde vivimos los campechanos en una franja costera apenas a centímetros por arriba del nivel del mar.
Pero la realidad hoy es distinta. Cada vez es más común escuchar noticias en los que se nombra a Campeche –con Tabasco, Veracruz, Yucatán y Quintana Roo- entre las entidades con riesgos de sufrir en su territorio los efectos del incremento hasta en 6 metros del nivel del mar, pero esto no termina por hacer mella en el ánimo de la población mundial y mucho menos en la local que poca atención pone a esas noticias de corte “verde”, y muchas más pocas son las acciones personales que se decide emprender para evitarle más daño al planeta.
Es mucho lo que podemos hacer, empezando por mejorar las condiciones en las que funciona el basurero municipal donde hace unos días inició un incendio que ha mantenido una nube de humo denso –y está de más decir que altamente contaminado- sobre la ciudad.
La nube de humo es más visible durante la noche, especialmente en la zona norte de la ciudad, en las unidades habitacionales de Solidaridad Urbana, Fidel Velázquez, Plan Chac, Colonial, Kalá y todas las nuevas zonas habitadas ubicadas en esos linderos de la ciudad, y que son precisamente las más afectadas por esta concentración de monóxido y otras substancias que afectan la salud de la población, especialmente de los niños. Pero, el problema de contaminación no termina ahí. Es mucho más grave de lo que se piensa, pues el basurero municipal es eso precisamente un tiradero de desechos, ya que jamás se ha hecho un proceso para convertirlo en “relleno sanitario” con todas las de la ley, es decir con una capa de protección al subsuelo que evite el flujo de los líquidos tóxicos, también llamados lixiviados y que van a dar directamente al manto freático, claro está contaminando algunas corrientes subterráneas.
El resultado de que tengamos un “tiradero municipal” y no un basurero planificado es grave para las próximas generaciones que tendrán un terreno altamente tóxico y contaminación del manto freático, así como de los afluentes naturales de agua.
Viéndolo así, contribuimos con mucho a contaminar este planeta. No sólo hemos contribuido a la destrucción de los manglares y Pemex ha ensuciado el mar y el subsuelo marino con los desechos del petróleo, también generamos altos volúmenes de desechos que van a dar al tiradero sin ninguna consideración.
Desechamos irresponsablemente las baterías. Salvo el módulo de recepción de baterías de teléfonos celulares que en su momento se instaló en la Universidad Autónoma de Campeche, nunca más se ha visto otro lugar donde pueda depositarse esta basura que es tan tóxica para el medio ambiente, en cambio la seguimos echando a los botes de basura y va a dar ahí donde decíamos, en el tiradero municipal que hoy arde y cuyos gases tóxicos estamos respirando un gran sector de la población de la ciudad de Campeche.
Pensemos en el calentamiento global como un mal inaplazable si desde ahora no hacemos algo desde lo individual para tratar de evitar más daño al planeta, de lo contrario vamos a continuar con una actitud irresponsable en la burbuja que nos aísla del resto del mundo en la que creemos que nada de lo que pase podrá afectarnos. Ni el incremento en las temperaturas, ni la agresividad de los huracanes que cíclicamente se presentan con más violencia cada siete años y mucho menos la contaminación del agua que se presenta como el gran reto a vencer en un planeta con sed.
El efecto del calentamiento no está lejano; ahí está el fatídico Norte del 23 de octubre de 2007, en el que una plataforma chocó contra otra y posterior a este accidente fallecieron 23 trabajadores.
Esta temporada de calor se espera más cálida. Tan sólo en el Distrito Federal las temperaturas han alcanzado los 30 grados, y según los reportes especializados este mes –abril- será el más caliente de los últimos 100 años. ¿De qué otra manera podemos ponernos en alerta y empezar a preocuparnos por el daño que le hemos ocasionado al planeta?
No preocuparnos o no mostrar interés en esta información no nos exime de responsabilidad para empezar a hacer algo, porque los efectos del calentamiento global no tardarán mucho en verse en el frágil equilibrio ecológico de los sistemas como la Laguna de Términos, la Isla de Carmen, la zona costera de Campeche, los manglares y otros puntos vulnerables como la bahía de Champotón y las ribera de los ríos Candelaria y Palizada que también sufren los efectos del incremento de las aguas en los períodos de lluvia.
Pensémoslo bien, el calentamiento global no es algo ajeno. El mundo no está afuera. Campeche es parte del planeta y como tal tiene que involucrarse en los temas nacionales e internacionales. No hay nada que ocurra en nuestra casa-tierra que no pueda afectarnos. A menos claro está que descubran otro lugar donde sea idónea la vida de la especie humana y eso todavía no ha sido posible.

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