El tendedero

miércoles, 24 de febrero de 2010

CUARTO PODER

Independencia ciega

Argentina Casanova

Son 32 países los que se reunieron en Cancún en un evento que dio más de qué hablar que lo que ahí se habló, al menos eso parece hasta ahora. No sólo fue el llamado con el que llegó “Cris” para pedir apoyo o bien que le “echemos montón” a su reclamo por las Malvinas frente a un imperio británico que hace oídos sordos al más puro estilo de ni los veo ni los oigo.

Y sí, son precisamente los 32 países que este año, meses más o meses menos, celebran qué digo conmemoran y algo más su Bicentenario de la Independencia, es decir que dejaron de ser colonias de un imperio lejano. Y surte un efecto interesante al menos dentro de la conciencia de algunos mexicanos y algunos latinoamericanos que expresan solidaridad en este reclamo, pero también que sirve para replantearse el papel que juega América Latina en el concierto mundial.

Nos toca, a los que vivimos en este continente, del río Bravo para abajo asimilar un bicentenario en el que los voraces imperios del Norte y Europa se relamen los bigotes de ganas de comerse a un paisito o paisote geográficamente, convertido en colonia. Ah pero eso sí, bajo un nuevo modelo de coloniaje: léase trasnacionales que usan y usufructúan la riqueza de los países llamados subdesarrollados pero lo hacen sin el arma de por medio, sino que los insulsos-candidos e inocentes latinos se los entregan vía facturas de pago de esos “servicios”.

Ahí están las empresas españolas en busca del mercado de consumidores más grande del mundo. Claro para vendernos sus cacharros que no resiste el selecto control de calidad de los mercados europeos y los asiáticos les resultan lejanos además de que tendrían que hacerles etiquetas en otros idiomas. ¿Y para qué se esfuerzan? Si para eso tienen a miles –qué digo miles, millones- de latinos ávidos de seguir enriqueciendo a la gran Madre Patria.

Ahí está en Argentina: Repsol, Priisa, y para acabarla Telecom que es de origen Italiano, además de otras empresas que encontraron en el país que hoy se defiende de las aspiraciones imperialistas de la Gran Bretaña, con un territorio sembrado de empresas que no hacen más que llevarse la riqueza nacional.

Y qué decir de México, donde las playas según las leyes son propiedad de la nación hasta que llegó el grupo Riu y le torcieron “el rabo” a los héroes de la Independenciaquenosdieronpatria, para recordarnos que todos los sueños tienen una realidad. Y todo iba muy bien hasta que los vecinos gringos se adueñaron de casi la mitad del territorio hoy semi invadido por valientes mexicanos que apuntan sus sueños y todo su cargamento de droga para alcanzar el “sueño americano”, a pero eso sí algunos hasta autollamándose “guerreros aztecas” dispuestos a morir masiosare un extraño enemigo profanar con sus plantas “tu suelo oh patria querida”.

Lo que se vive es una lucha de países por vivir su independencia frente a países que tuvieron sus colonias y que a 200 años, sienten que todavía tienen oportunidad gracias a la ingenuidad o la corrupción, de revivir esos días de gloria: ya sea por el colonizaje de unas islas pretendidamente inglesas en pleno mar argentino, o a través de sus caritativos actos de bondad al llevarse a los “curiositos haitianos”, o comprando sus casitas de descanso en las mejores zonas tropicales de los países subdesarrollados que alcanzan la modernización vía sus majestuosas mansiones que gozan al mismo tiempo de folclóricos escenarios.

¿Cuál independencia entonces? Pues sí, la hay y la creo, fervorosamente y en lucha constante y denodada de la gente, sobre todo de esa que piensa y sabe que los gentilicios o las ascendencias son algo más que un nombre, que simplemente saben de ese amor y gratitud a la tierra de la que se come, pero también conscientes de que ahí afuera hay un continente de escaso territorio, que prefiere guardar sus recursos naturales y en vez de eso seguir explotando los de las “colonias” que para eso se “descubrieron”.

Porque si algo lo dice todo –el desprecio de Europa por América- es ese pensamiento filosófico que habla de la civilización frente a la barbarie, del desarrollo frente al subdesarrollo, de un ¿primer mundo? ante uno de tercera del que sólo le interesan algunas curiosidades. Ah porque eso sí, no importa cuántos años de Independencia tenga Latinoamérica, Europa siempre será “la madre de las culturas” aunque las más grandes reconocidas sean la egipcia, la griega, la china, la maya, la azteca y la inca. Entonces nos hicieron de chivos los tamales.

Eso es lo ciego, un continente envejecido en sus glorias renacentistas, y sus reinos explotadores de la riqueza de otro continente. Con el oro de sus iglesias sacado de las tierras americanas; con sus bibliotecas harto llenas de códices, libros y documentos de las culturas prehispánicas. Con sus museos de piezas de la grandeza de las culturas griegas, egipcias, chinas, aztecas, mayas, incas… ah pero despreciando lo suficiente esta América como para solo mirarlas como territorios explotables, usables.

Por eso la nota de un periódico español da la reunión de los 32 presidentes de países con un incrédulo planteamiento “Reunión de la OEA (Organización de los Estados Americanos) sin Estados Unidos”, y esa es la misma razón de que haya tantos europeos que crean que América es Estados Unidos de Norteamérica ignorantes de que México es también Norteamérica, en lo geográfico.

Porque no conciben que América Latina es un continente, que son países, con Gobiernos de izquierda, derecha, zurda o ambidiestra, pero elegidos por su gente, y con todo el derecho sobre sus recursos, sus mares, su espacio aéreo y con decisión sobre su futuro y en cambio por eso le apuestan a explotarlo vía préstamos, televisión estupidizante y sus multinacionales. Al cabo que ellos hacen la tarea: la otra conquista.




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